A lo largo de estos días me han pasado varias cosas más o menos divertidas o trágicas, según queramos verlas.
1. En primer lugar, yo solito sin ayuda de nadie destrui el home de uno de mis ordenadores. Una de mis malas costumbres es hacer sudo nautilus y luego actuar sobre los directorios como administrador. En esta ocasión borré un directorio que no sabía que por qué estaba en home, y que era el antiguo usuario de la instalación anterior. Ubuntu se nego a arrancar diciendo que no encontraba home. He tenido que arrancar en CDLive de Ubuntu y instalar sin formatear para que se configurara. Supongo que habrá una forma más fácil, pero los que solo sabemos la mitad de lo necesario a veces tenemos que hacer las cosas de forma algo "burda".
2. Algo cansado de llevar hasta 4 unidades USB en el bolsillo cuando doy clase (uno con aplicaciones Portables -2,4GB-, otro con la parte más importante de Dropbox -2GB-, por si las moscas, otro con "utilidades" varias -3,4GB- y otro con un R (programa estadístico) completo instalado -3,1GB-; funciona, lo tengo comprobado) me he comprado uno de 16GB. Aprovechando la situación escogí un Kingston Ultimate USB3. En teoría debería ser muy rápido, pero como yo no tengo ordenadores con puertos USB3, no lo he notado. Además, en Windows funciona bastante bien, pero Linux no me lo ha leído hasta que lo formateé en él (a la primera no; a la segunda vez y desde Palimsest; la de gparted no le gustó) y además no me deja ejecutar las PortableApps ni me permite hacerlas ejecutables (no sé por que).
3. He decidido cambiar el Docky por cairo-dock. Me gusta más, lo puedo configurar mejor, añadir más cosas etc... Cualquier día me compro un Mac (es broma).
4. Sigo sin poder instalar Ubuntu 10.10 en mi ordenador principal, por que como dije antes, se queda todo en "negro". Sigo esperando a que mi distribuidor habitual me traiga una ATI, por que creo que la culpa es de la nVidia (o de los drivers, o del monitor, o...). De hecho, estuve a punto de pedir un ordenador nuevo de placa especial, un i7, 16GB de RAM, poner un Ubuntu 64 y trabajar con máquinas de 32. En vez de tener 9 escritorios, 3 máquinas de 32 bits, una para cada grupo de aplicaciones, pero me contuve, que solo la CPU se me iba a más de 900€.
5. La impresora del trabajo se niega a imprimir todos los días, con lo que la desenchufo, elimino la instalación y la vuelvo a enchufar, con lo cual la detecta y la da por buena. Listo, ya imprime. Así todos los días. Las impresoras HP se llevan fatal con ordenadores HP, está claro (podríamos pensar que el ordenador HP es realmente un Compaq camuflado y la impresora sí es realmente HP y se rechazan por circuiterías incompatibles; podríamos hacer una telenovela de pura ingeniería electrónica).
6. Y para rematar una persona que usa un netbook con Linux me pregunta como puede hacer para realizar presentaciones en Linux y luego utilizarlas en los ordenadores habituales de Windows; cuando ya llevaba 5 soluciones diferentes, sin haber llegado a las on-line, esa persona y otra muy orgullosa de su Windows 7 (en el que llevaba 2 antivirus -allá ella- y un maldito Panda que quería "vacunar" mis lápices) me dicen que todo eso son tonterías, que tenía que ser más fácil y que como Windows nada (por eso lleva tanto antivirus). Como colofón me dice que tendría que vigilar mis lápices, que seguro que había infectado su ordenador con virus y troyanos. Como soy una persona pacífica solo me estuve riendo unos 5 minutos.
No contaré más, por ahora. Estoy haciendo algunos pinitos nocturnos en el terminal; si aprendo algo útil, lo contaré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario