En estos últimos meses estoy notando una cierta intranquilidad frente a una de las distribuciones más conocidas de Linux. En resumen, siento la misma frustración por el comportamiento de Ubuntu/Canonical que en los casos de Microsoft y Apple. Me voy a explicar.
He recorrido como usuario de Linux un camino que supongo ha sido muy similar al de otros muchos. Me inicié con un conocimiento cero en los ordenadores personales alrededor del año 1989, con un 286 y MS-DOS. Como programas utilizábamos principalmente WordPerfect 5.1, Lotus 123 v.2.0 y Statgraphics (la estadística es parte de mi trabajo). Celebré con alegría la llegada de Windows 3.1, y las ventanas que nos daba la sensación -falsa, por supuesto- de la multitarea. Con el tiempo y muchos errores fui aprendiendo a usar esta nueva herramienta que sustituía al bolígrafo, a la máquina de escribir y a la calculadora. Con el paso del tiempo llegó Windows 95, Windows 98, Windows 2000 y Windows XP, y con ellos Microsoft Office y SPSS (pagaba la Universidad). Debido a la imposibilidad de instalar todas los programas que necesitaba también en casa (coste elevadísimo), me fui adaptando al software libre; primero StarOffice y OpenOffice, 7z, sistemas de seguridad gratuitos, OpenStat... de tal manera que establecí una dualidad; en los ordenadores de trabajo utilizaba programas comerciales -propietarios o privativos, como diría hoy- y en casa software gratuito (freeware y/o de código libre); eso sí, todo en Windows. Desde ese año 1990 hasta el 2006 me fui sintiendo cada día más insatisfecho con la herramienta fundamental de mi trabajo, el ordenador. Esa insatisfacción avanzó hasta la frustración, debido a los errores continuos del sistema, los arreglos necesarios y los pantallazos azules de los jueves (no es broma, tuve una temporada de pantallazos azules semanales, en general los jueves, que coincidía con las actualizaciones de Windows XP). En el año 2007 preparé un ordenador nuevecito -y carísimo- con hardware pensado para Windows Vista. Necesité 4 días para configurarlo, y unas semanas después, tras la primera actualización, dejo de funcionar; ni siquiera arrancaba ese "sistema".
Semejante inutilidad en un ordenador de 2000€ me llevó a Linux, con un primer intento fallido de OpenSUSE. Por consejo de personas que ya estaban usándolo, lo intenté con Ubuntu. Una gran decisión; sencillo, fácil de instalar, adaptado al hardware, cubría mis necesidades; para algunas cosas -SPSS- utilizaba una máquina virtual de Windows XP. En casa instalé también Ubuntu (7.04 o 7.10, no me acuerdo) y se acabaron las dualidades; TODO LINUX y software GPL (menos SPPS en el trabajo). Avanzamos en el tiempo, comprendí realmente las diferencias entre freeware y GPL, fui cambiando mi filosofía de trabajo y me sentí de nuevo feliz. En esos momentos usaba fundamentalmente Ubuntu, Debian y Slax, dependiendo del hardware.
De repente nace, creo recordar que en la versión 11.04, Unity. Desastre total que me llevó al uso temporal de OpenSUSE y que finalmente me llevó a Fedora 15. Desde aquel momento uso en un estado de perfección casi absoluto la combinación de Fedora con Gnome Shell. Gracias al paquete estadístico R ya no uso SPSS, así que ahora soy un usuario completo de software GPL. Sin embargo, en los últimos meses están ocurriendo varias cosas que me están provocando una nueva frustración:
1. En algunos foros de Linux, llenos de "Ubunbelievers" (concepto que he tomado prestado de un penitente compañero de las mismas frustraciones), me banean constantemente cuando doy-damos cualquier opinión sobre otras distribuciones diferentes a Ubuntu o si lanzamos cualquier opinión en la que discutimos cualquier decisión de Ubuntu-Canonical. El software libre se comporta privativamente sobre las opiniones sobre "su" software libre.
2. La necesidad de tener que instalar Ubuntu, y solo Ubuntu, para hacer algunas cosas, como un USB multiarranque (véase aquí), ya que muchas aplicaciones se hacen con scripts específicos para Ubuntu.
3. Gran parte de las aplicaciones nuevas que se hacen están disponibles solo en los ppa asociados a Ubuntu. Al acceder al código fuente, muchas de ellas no pueden ser instaladas mediante un .configure, make y make install, si no que tienen scripts específicos que solo funcionan en Ubuntu. Como ejemplo, no he sido capaz de instalar el plugin de Gimp para imágenes webp.
4. Existe cierta tendencia a pensar que Linux es solo Ubuntu (código ninguno, pero publicidad mucha, y de la buena). Esto lleva a que por ejemplo podamos leer algo como
"Steam para Linux es una realidad de forma oficial y cualquier usuarios de Linux (especialmente los usuarios de Ubuntu) puede instalar..." (tomado de emsLinux, la negrita es mía).
5. La gota que colma el vaso viene en la revista UBUNTU user nº 15, en la edición inglesa, y 9 de la edición española (estoy subscrito a las dos). En esta revista, en el artículo titulado "Going up. How to get an app into Software Center", traducido al español como "Salir al mundo. Subir aplicaciones al Software Center", se dice que el proceso de la llegada de las aplicaciones al Software Centes es
a. Revisión (bien)
b. Paso al un PPA
c. Software Center
Si son aplicaciones comerciales, nada que decir, pero si es software libre, deberían asegurar la otros usuarios distintos de los de Ubuntu puedan instalar estas aplicaciones. En muchos casos, como he visto en estos últimos meses, no es así. Se podría decir que ahí esta el código fuente, pero muchos usuarios como yo no son programadores ni desarrolladores, y dependemos de que nuestras distribuciones -en mi caso, Fedora- consideren interesante esas aplicaciones y las adapten.
Que comportamiento tan poco cooperativo... (Veo Apple en ciernes, por no hablar de dinero).
QUO VADIS Ubuntu? ¿Has olvidado el objetivo? ¿No sabes donde está Roma?
En mi caso, la gota que ha colmado el vaso ha sido la incapacidad de instalar Ubuntu One en Debian, es más fácil instalarlo en Windows o Apple que en alguna otra distro linuxera.
ResponderEliminarEsa es otra. Desde el principio intenté sustituir Dropbox por Ubuntu One, pero me fue imposible, por que la sincronización al principio no funcionaba muy bien y luego era incapaz de instalarlo ni siquiera en Debian, para más en Fedora. La respuesta es que dependía del equipo de Fedora. Llevan fatal lo de escribir código.
ResponderEliminarNo sabia si contestarte o no, porque tengo opiniones contradictorias acerca de Ubuntu y lo que has estado comentando.
ResponderEliminarPor un lado, me gusta la filosofía con la que empezó Ubuntu, al principio me negaba a instalarla en mi equipo puesto que con el tiempo que había invertido en hacer que mi Debian funcionase al 100%, me daba rabia que esta lo hiciese "by default", siempre pensaba "mi Debian está mas optimizada que ese sucedáneo..." pero con el paso del tiempo, al menos en mi caso y hablando por supuesto del equipo de batalla (ese portátil que se cae a cachos y llevas a todos lados), cambie a Ubuntu, puesto que me facilitaba mucho la vida, si un día necesitaba usar cualquier periférico o función que no hubiese usado antes, normalmente, esta funcionaba, cosa que en Debian, no solía ser así (y menos en la testing o Sid que solía llevar yo) y por otro lado tenia la compatibilidad y el apoyo de todo el soft/comunidad de Debian. Todo bien hasta que, como te pasó a ti, me obligaron a cambiar a Unity..... estuve dando bandazos entre distribuciones hasta que he llegado a Mint (con la que estoy muy contento, por cierto).
Como decía antes, me gusta la filosofía de acercar linux a todos los públicos que tiene Ubuntu, con su publicidad y todo eso y me gusta que cada día mas no-informaticos usen software libre y en el 90% de los casos, hay que reconocer que es gracias a Ubuntu, y creo que el problema que tu estas experimentando y que yo esta semana también he tenido, con un soft que solo funciona con Unity, no creo que sea culpa directa de Ubuntu, yo creo que es mas culpa de "la gente" que siempre quiere tener "lo mejor" y en el mundo de linux, eso es muy difícil... ¿Cual es la forma de hacer que MI ubuntu (en este caso) sea la mejor? pues muy fácil, que el software que yo creo SOLO funcione bien en Ubuntu, porque el resto son unos perdedores y me preocupan poco, al igual que pasaba (y sigue pasando) con la gente que crea software gratuito/libre para windows y solo para windows, por que SU Windows tiene que ser el mejor...
Bueno, tras esta parrafada, Me gusta mucho seguirte, aunque muchas veces, tengamos puntos de vista diferentes.
Yo por el contrario, he usado prácticamente toda la gama de distribuciones que me han caído en las manos, incluidas algunas de Solaris y hasta de MacOSX para PC. El punto es. Siempre regreso a mi Debian, me ha dado todas las satisfacciones, eso si, necesitamos meternos y pelearnos, pero al final aprendemos, todo el proceso de aprendizaje se les ha negado a los usuarios de Ubuntu. El estilo Windows y MacOSX puede ser un camino fácil de inicio, pero se paga caro. Lo sé por experiencia. De acuerdo con el artículo y estamos en contacto.
ResponderEliminarJ