1. El 27 de enero instalaba en el ordenador principal Fedora 18
mediante FedUp.Las primeras impresiones las podéis leer aquí. Podría destacar especialmente los cambios que trae gnome 3.6 en Nautilus y los problemas iniciales con el repositorio de Dropbox. La actualización por FedUp hace que el inicio no muestre el panel gráfico que se ve al instalar de limpio, pero lo que llevó a una instalación nueva fue un bloqueo aleatorio del sistema gráfico, que me impedía refrescar la pantalla y podía ver en terminales que los programas gráficos estaban funcionando pero no podía acceder a ellos.
2. El 16 de febrero instalé de forma limpia Fedora 18. Seguía teniendo bastantes problemas, así que tuve que activar las teclas mágicas, cuya localización ha variado en Fedora 18. Se generaron nuevos problemas:
- Anaconda no pide nombre identificativo para el ordenador (o yo me salto algún botón sin darme cuenta), con lo cual aparece identificado como new-host (problema general que es fácil de solucionar, aunque lo descubrí después)
- Ciertos programas, pero especialmente aMule, se apagaban sin previo aviso, lo que me obligó a generar un script para reiniciarlo.
- Se generaba una cascada de dependencias entre programas, de tal manera que al llamar a un fichero de LibreOffice desde Nautilus, el fichero solo se abría al cerrar Nautilus. Para poder hacer funcionar otros, tenía que matar el terminal y finalmente era casi imposible trabajar con el sistema gráfico. En general solo me afecta en el movimiento de ficheros, ya que últimamente trabajo fundamentalmente en terminal. Aun así, en ocasiones el sistema gráfico estaba completamente bloqueado y tenía que trabajar en las pantallas de texto (de Ctrl+Alt 2 hasta 7) y, de hecho, tenía activa siempre la 2 para poder matar procesos gráficos que bloqueaban a otros mediante la identificación por top y uso intensivo de kill.
3. Como daba la sensación de que parecía haber una "herencia" de unas instalaciones a las siguientes, y pensando que el formateo del disco de sistema no era tal formateo, por que es un disco sólido, y aprovechando de que es bastante antiguo, lo cambié por un INTEL 520 de 60GB, que sale en un precio razonable, e instalé de nuevo Fedora de limpio. Me generó de nuevo un ordenador new-host, pero lo cambié con la orden
hostnamectl set-hostname
que descubrí aquí, ya que ahora el nombre está en /etc/hostname y no en /etc/sysconfig/network.
Estado actual. Debido al cambio de disco, el sistema es mucho más rápido (se nota muchísimo); sin embargo, después de haberlo usado sin problemas varias horas, volvieron a aparecer dependencias de unos programas sobre otros. En general el proceso responsable parece ser nautilus, y una vez que un programa se niega a abrirse, hasta que se cierra nautilus nada parece funcionar. Como falta poco para el nuevo openSUSE 12.3, estoy pensando seriamente probarlo, incluido KDE. Si no me convence, lo que si tenemos en cuenta lo poco que me gusta KDE es casi seguro, me pasaré al que nunca falla, Debian Stable. Ya tengo preparado el 6.0.7 que salió el sabado, 23.Me va a costar, ya que he estado muy contento en Fedora. Las actualizaciones son muy rápidas y, hasta ahora, no he tenido problemas de estabilidad o seguridad. Además, tengo 5 ordenadores funcionando con Fedora 18 y solo el principal genera problemas (será por que es al que más le pido).
Hola.
ResponderEliminarEdita "/usr/share/applications/nautilus.desktop" y cambia la siguiente línea:
X-GNOME-AutoRestart=true
por ésta:
X-GNOME-AutoRestart=false
Por defecto, Nautilus se autoreinicia después de cualquier error; es probable que ese comportamiento te esté bloqueando el resto de aplicaciones.
Un saludo.
A pesar de haber aplicado esa línea sobre el script de arranque de Nautilus, sigue provocándose un bloqueo en cascada de los programas. Estoy pensando en el origen de este bloqueo y lo único en común que tienen las últimas 3 instalaciones es el directorio .mozilla, que es el único que mantengo desde el siglo pasado (por así decir).
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