Después de una semana con mucho trabajo, una excusa como otra cualquiera para explicar por que no he podido poner una entrada, decidí instalar el nuevo Ubuntu 9.10. Dividamos por fases:
1. Viernes noche a sábado muy de noche. Como llevaba desde 7.10 actualizando, con cambio de ordenador en el medio y todo, comencé instalando de limpio. Además, a pesar de que el disco de sistema era nuevo y potente (WD500 Caviar Verde), tenía uno mejor (WD1000 Caviar Negro), así que cambié al nuevo disco y también decidí poner /home en distinta partición del mismo disco. Cometí el primer error y me equivoqué en el anclaje de partición, a lo que luego sumé un segundo error en la línea donde escribí el aumento de ficheros abiertos, con lo cual, al terminar, no podía editar limits.conf por que no me dejaba pasar a administrador.
2. Domingo mañana, segundo intento. Decidí actualizar de nuevo en el disco de 500 y luego, con más calma, preparar el segundo disco. Fue imposible, por que todo el mundo debía estar instalando Ubuntu simultáneamente y se quedó parado en el paquete 402; reintenté y a la vuelta de comer estaba en el 500. Lo dejamos por imposible.
3. Domingo noche, tercer intento. De vuelta con el disco de 1000GB, esta vez acertando en el punto de anclaje de la partición para que fuera home, no fallando en la edición de limits.conf y paso a paso, en un tiempo muy corto estaba todo preparado y funcionando a toda velocidad.
Ahora solo estoy pasando todo a discos más modernos para abandonar los más antiguos de 160 y 320Gb que ya no me llegan.
Pérdidas en la batalla: un disco virtual de la máquina virtual que tengo para el uso de Windows XP. Lo borré antes de haberlo pasado al nuevo disco. Eso supone generar de nuevo ese disco de Windows, pero para evitar instalar tal sistema poco operativo copiaré otro y la agrandaré hasta su tamaño adecuado.
Consejo final: nunca comenzar la instalación hasta disponer del tiempo necesario (unas 2 horas) con todo el plan en un papel o, al menos, bien diseñado en la mente. Así evitaremos tomar decisiones precipitadas que provocan comenzar de nuevo. Yo siempre dije que lo mejor es empezar en la tercera instalación, pero por desgracia para ello hay que hacer siempre primero la primera y la segunda. Por suerte el ordenador del despacho fue instalado a la cuarta, con lo que se hizo en muy poco tiempo.
Último apunte; lo ideal es tener un disco mejor, más rápido y más bonito y guardar el original como copia de seguridad hasta que todo funcione, pero eso llevaría a comprar un disco duro cada 6 meses. Una lástima que no siempre se pueda.
También estoy en la instalación de la versión Remix en mi Aspire. Pero como de costumbre, eso es otra historia, que además no se ha acabado todavía
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