martes, 9 de marzo de 2010
Dependencia de Internet. Trabajo en la "nube"
Esta es una pregunta que me hago sobre mi mismo. Ahora trabajo sobre Dropbox, por lo tanto, en la red, además de sobre mis ordenadores; ¿estoy en la nube? Por que realmente estar en esta "nube", además de tener los ficheros sincronizados en la red y mis ordenadores, será también trabajar en aplicaciones on-line, con un sistema operativo muy similar a un navegador y un ordenador bastante "tonto". ¿Por qué me hago esta pregunta? Hoy, como de costumbre, he llegado a clase y la he dado cargando las presentaciones en Impress desde Dropbox. Sin embargo, esta vez ya no llevaba ni un pendrive en el bolsillo por si fallara la red, y ni siquiera he pensado en ello. De hecho, me estoy haciendo tan Internet dependiente que cuando pensaba ayer por la noche qué podría pasar si me fallaba Dropbox, la segunda copia de seguridad que estaba probando era Zoho. Además de estar suscrito a Dropbox y Zoho, también tengo las presentaciones en Slideshare. Hasta el año pasado, en que empecé a usar Dropbox, ponía las presentaciones en uno de mis correos Gmail, y previamente tenía mi ordenador compartido en red y accedía a los ficheros desde las aulas. En todo caso, todas estas herramientas que llevo usando más de una década dependen de la parte más débil de todo el entramado, la conexión a la red. Si falla la conexión a la red, no tengo presentaciones, ni fotos, ni problemas, ni esquemas, ni listas de alumnos (ya no usamos fichas).... De todos los fallos posibles (fallo de ordenador, de proyector o de conexión a la red, el más frecuente es la pérdida de conexión. Y sin embargo, cada vez soy más reticente a usar pendrives, a almacenar los datos solo en el disco duro. Es decir, aun conociendo las debilidades del sistema, me estoy haciendo dependiente de él, y encima esa dependencia me gusta. Si estuviera en los Estados Unidos estaría discutiendo esto con el psiquiatra. Aquí, en España, solemos discutir estas cuestiones con los camareros de los bares, pero como no bebo, solo podré discutirlo con el ordenador y un café. ¡Ah!, y con la red, miríadas de seres humanos con sus ordenadores y sus cafés, en densidades superiores a 1000 por kilómero cuadrado, pero conectados solo a través de esta red tan frágil y formando esta "nube" tan etérea. Rodeados de gente, y tan solos.
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