Esta noche pasada he realizado un segundo intento, esta vez en un lápiz USB de 8GB, por si el hecho de no instalar el GRUB se debía a una limitación de tamaño. He pedido la instalación sencilla, muy parecida a la de Ubuntu. El resultado ha sido el mismo que con el de 4GB. Después de dos horas de bajar paquetes (1149) y configurarlos aparece un mensaje de error de que no ha podido instalar GRUB en el disco (en este caso lápiz USB) y no se puede tampoco instalar un arranque LILO. Por más que se intenta solucionar el problema a diferentes niveles de instalación, acabamos siempre en ese mensaje y hay que interrumpir la instalación (última línea). Es un bug del paquete de instalación, ya que si se hace sin pedir la réplica de red, sí termina con el arranque. El problema es que el sistema instalado en esas condiciones es muy limitado, sin control de administración, sin paquete gráfico de instalación y sin control de Origen de Software, lo que exige que aprendamos más sobre Debian (estamos mal acostumbrados a la facilidad de Ubuntu). El siguiente intento será hacer esa misma instalación sobre el mismo lápiz (así quemé el HyperX, de tanto actualizar las PortablesApps) desde el CD 1 de Debian. Para ello usaré una grabadora LG IDE que tengo suelta por ahí a través de un cable Conceptronics que me permite usarla a través de uno de los puertos USB del Aspire. Esperando tercer capítulo.
Si todo sigue fallando, ya he recibido el número 71 de Linux Magazine, y viene un DVD con Trisquel 4.5, así que esa es otra posibilidad.
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