En este ordenador ha sido mucho más fácil, bien sea por ser más potente, por tener disco duro o por instalar desde CD. Al instalar Debian, lo único especial fue la selección manual de las particiones que ya estaban hechas y denegar el uso de la primera swap (la de Ubuntu), ya que el sistema de instalación las dedicaba las dos a Debian. hckorootx ya me había advertido que en esa situación podía cambiar la UID de la partición y luego no ser detectada por Ubuntu. Una vez terminada la instalación, incluida la replica de red y sus 1149 paquetes, el sistema de instalación detectó Windows y Ubuntu y generó GRUB. Sin embargo, al arrancar, Windows no estaba incluido en el registro de GRUB y por lo tanto en el menú inicial no estaba la opción de arrancar con ese sistema. La solución fue simple. Al buscar en Google una solución, el primero ya sirvió. Simplemente, arrancar en Debian, Terminal, Identificarse como administrador y
# update-grub2
detecta las particiones, los sistemas instalados y edita grub.cfg. Al reiniciar, el grub ya incluye Windows en el menú.
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