y no será el último. A lo largo de estos días he intentado instalar Ubuntu 10.10 y 11.04, por si el problema era de drivers "antiguos", y por si las distribuciones nuevas podían solucionarlo. En ninguno de los casos pasé de una pantalla negra o violeta con la palabra Ubuntu en el medio durante varias horas. El problema esta bien descrito por Klaus Knopper en su consultorio de Linux Magazine nº 75; este ordenador no tiene suficiente RAM (768MB) para las nuevas distribuciones de Ubuntu, que exigen al menos 1GB (a lo mejor con la versión alternate podría, pero la suelo tener en un USB y este ordenador no arranca desde USB). Terminé instalando la 10.04.3, pero el ordenador, a pesar de detectar la inalámbrica, no llega a conectarse. Como hoy he instalado el 11.10 en mi Aspire, con un resultado bastante pobre, ya que funciona muy lentamente (he usado un USB Kingston HyperX de 8GB, bastante rápido), seguramente por las pocas "prestaciones" del netbook. Sin embargo he actualizado Debian en un SanDisk Titanium de 4GB, de menos prestaciones que el HyperX, y a pesar de ello funciona a toda velocidad. En resumen, cuando tenga un rato instalaré Debian (6.03, que acaba de actualizarse) en ese ordenador "anciano", a ver si soy capaz de hacerlo funcionar completamente. Con el 10.04.3 funciona, pero es un poco molesto tener que cruzar un pasillo con un cable Ethernet de 10 metros.
Además, he dejado un ordenador "actualizándose" directamente a 11.10. Contaré mis impresiones mañana; sí, mañana, por que cuando lo dejé aun le faltaban 700 paquetes de los 1714 que estaba bajando. En el Aspire no me ha dado tiempo ni de probar; solo he instalado el Synaptic, y para ello he tenido que recurrir al terminal, por que con el Centro de software me fue imposible.
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