En primer lugar, lo he instalado en mi Aspire One sin disco duro, sobre un lápiz USB Kingston HyperX de 8GB. Funciona razonablemente bien, aunque se nota la falta de recursos del Aspire. Solo dispone de 1,5GB de RAM, lo que se suma al resto de limitaciones del hardware y funciona algo lento. Sobre los demás equipos, estoy escribiendo esta entrada desde uno de los de sobremesa actualizados, que funciona perfectamente, sin ningún problema. Es la primera vez que una actualización de Ubuntu me ha funcionado sin dejar "secuelas" más o menos graves, pero siempre visibles. Sin embargo, otro equipo de sobremesa, el más moderno y potente, no ha quedado bien, y el sistema debe enviar la señal de vídeo en una resolución no admitida por el monitor, con lo que el arranque termina en una pantalla en negro; no soy capaz de solucionarlo por ahora. Seguiré intentando solucionarlo; sino, lo instalo de limpio.
De forma general, y con solo un par de horas de uso, me agrada el nuevo Ubuntu. He detectado, como todos los demás, un cierto retraso en el arranque, pero por lo demás ha quedado mucho mejor que al anterior, al menos visualmente. Seguiremos probando.
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