He estado trabajando con ordenadores desde hace mucho tiempo, más de 23 años, y nunca me había caído café en el teclado u otras piezas del ordenador. sin embargo, siempre había leído que existían teclados protegidos para la caída de bebidas, y conocí a mucha gente que tenían amigos que a su vez tenían amigos que les había pasado eso. sin embargo, nunca lo había visto en directo, así que 23 años de uso de ordenadores, con una media de 14 horas al día, y una media de 1 litro de café al día me habían llevado a pensar que lo del café y los ordenadores era una leyenda urbana... hasta ayer. Si, es real, el café, por la ley de la gravedad, también cae en los teclados. 100 ml de un café riquísimo recién hecho cayo sobre mi teclado Logitech. En el fondo tuve suerte. Primero, aun me quedaban 150 ml más en el tazón. Segundo, el teclado, después de haberlo secado y sacudido, y haber movido repetidamente con la punta de una tijera las teclas Insert, Supr, Inicio y Fin, sobre las que habían caído la mayor parte del café -estaban algo pegajosas- funcionó perfectamente (en todo caso era de los baratos). La suerte es que tomo el café sin azúcar, con lo que salvo esas 4 teclas, las otras no mostraban adherencia al plástico inferior.
En este verano es la segunda leyenda urbana desmitificada. También había hablado con mucha gente que sus amigos tenían amigos a los cuales los habían dejado "tirados" en el aeropuerto por overbooking. Como nunca lo había visto, mi mente lo tenía en la categoría de leyenda urbana. Sin embargo, este verano, delante de mi, en el avión en el que iba a volar yo, un conjunto de personas tuvieron que quedarse en tierra por eso del "overbooking". Es algo así como legalizar que en un edificio de 20 pisos, como en el que vivo yo, se pueden vender a 21 compradores (sí, como el overbooking, un 5% de más, legalmente), y el último que llegue duerme en el portal.
Siempre veremos algo nuevo.
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