Desde el último cambio, tengo una placa madre bastante buena (Motherboard: Intel DZ77BH-55K)
en la que había puesto por razones de presupuesto un i7 de segunda generación (2600). A lo largo de este tiempo he estado cambiando de tarjetas gráficas continuamente, ya que tanto la nVidia que puse como las ATI-AMD me han estado dando la lata. Como la placa madre tiene salida gráfica HDMI y Display Port y permite meter un i7 de tercera generación, he cambiado ese procesador por un Intel(R) Core(TM) i7-3770 CPU @ 3.40GHz,
que lleva incluida una tarjeta integrada HD4000. La configuración a sido más complicada de lo esperado. La versión que tenía de la BIOS se negaba a leer la nueva tarjeta integrada y tras la actualización hemos realizado 3 o cuatro intentos con diferentes tipos de pitidos hasta que la ha encontrado. Espero que con esto se acaben los problemas gráficos con los kernels de Linux.
Por cierto, la nueva BIOS es espectacular, con pestañas y con la posibilidad de usar el ratón.
te recomiendo que entre el disipador y el procesador utilices una pasta termica tipo arctic silver 5, de hecho creo que hay un paquete para linux para medir la temperatura de los sensores del cpu, con lo cual notaras la diferencia.
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