Estos días he descubierto una nueva tecnología, el diccionario por edades. En mi época de estudiante aprendiendo a leer los libros, teníamos que llevar un diccionario a clase. En general, teníamos dos opciones: Aristos o Vox. Por supuesto nos servía desde primero de EGB hasta la muerte. Punto. Ahora, sin embargo, gracias a las nuevas tecnologías, tenemos diccionario de primaria -amarillo- y de secundaria -azul-. Aun no he tenido tiempo de comprobarlo, pero estoy seguro que lo habrá de Bachillerato -no sé aun el color- Universidad, postgrado, de adulto, de tercera edad y para el cuarto grado.
Me surgió una primera duda; ¿cambian las palabras de significado con la edad? Luego pensé que se debía a la protección de los niños de palabras mal sonantes e impúdicas, pero he revisado el de primaria y para mi sorpresa he visto que tienen la definición de sexo, con lo cual no sé si no denunciar tal incongruencia al defensor del menor, versión primaria pero no sé a quién dirigirme, ¿al defensor del menor de primaria?; ¿al defensor del menor de secundaria?.
A esto nos lleva las nuevas tecnologías. Al papel les queda lo mismo que a películas plásticas en fotografía, y hay que aprovechar el último tirón. Así están las cosas.
El caso es sacarnos "la pasta" de cualquier manera.
ResponderEliminarUn saludo,
Emiliano