Me explico. Soy un usuario de Linux que empezó usando Ubuntu 7.10 con Gnome 2 y Gnome Panel como lanzador. Como es natural, el cambio a Gnome 3 supuso un cambio. Con el Shell desaparecieron los menús del panel superior y mucha gente encontró extraño el nuevo escritorio, sumado al hecho de que al usar Mutter como gestor de ventanas hacía imposible la configuración de otro gestor.
Desde mi punto de vista, los cambios son problemáticos siempre, y requiere un tiempo de readaptación, Sin embargo, para mi fue bastante sencillo adoptarme al nuevo escritorio. Ya había perdido el interés de lo nuevo que me tuvo meses generando apariencias espectaculares con compiz cuando era novato, y ahora lo único que me importa es la sencillez y la utilidad. Con Gnome 3 he alcanzado una nivel de integración muy bueno, logrando como nunca lo había conseguido un escritorio minimalista en apariencia y funcional al trabajar.
En el lanzamiento de Gnome 3 ha aparecido mucha bilis, sobre todo por los usuarios de KDE. Quiero recordar lo que se llegó a decir el día que se empezó a usar KDE 4 y todos los problemas que había presentado. Creo que ha llegado el momento de decir que algunos, creo que muchos, de los usuarios de Gnome 3 estamos satisfechos de su funcionamiento.
Para los que duden, simplemente unas recomendaciones:
1. Activar extensiones en Gnome Shell que nos permitirá configurarlo a nuestro gusto. Para mi son muy importantes:
- Hide top bar (hace desaparecer el panel) y No topleft hot corner (para que al pasar el ratón por la esquina superior no se active todo en el medio del trabajo). Gracias a ello tenemos un escritorio limpio sin molestias al trabajar. Cuando se necesitan, simplemente un toque en la tecla Super nos los muestra.
- Trash: para poder acceder directamente a la papelera cuando tengo algo en ella.
- Monitor status indicator: nos permite manejar la posición y resolución del monitor/monitores.
- Removable drive menu: para acceder directamente y desmontar los dispositivos
Antes instalaba Applications menu, para tener un menú, hasta que descubrí que solo te hace perder el tiempo. Asimismo, me gusto mucho Backslide, para cambiar periódicamente el fondo, pero realmente es solo un juego. Hay muchas para ajustar las cosas a nuestro gusto, pero no son realmente necesarias.
2. Instalar gnome-tweak-tool
Para gestionar Gnome Shell, en Fedora se instala así en terminal
su -c 'yum -y install gnome-tweak-tool'
3. Instalar dconf-editor
Aplicación gráfica de gsettings. Para poder configurar de forma gráfica gnome
su -c 'yum -y install dconf-editor'
El manejo se agiliza mucho mediante los atajos de teclado. Si además de los que ya existen queremos añadir más, recurriremos a configuración de sistema y Teclado, en lanzadores o en combinación personal
Luego cada uno lo amoldará a sus gustos, pero a mi los escritorios que me gustan son así, sin nada.
Esa apariencia de Escritorio también se consigue fácilmente en Windows XP, incluso sin tocar ninguna configuración. Sólo hay que esperar a que (tarde o temprano) se muera el proceso "explorer.exe", y desaparecerán tanto los iconos como la barra de tareas. La única diferencia está en la recuperación de los elementos ocultos, donde sale ganando Gnome, ya que basta con pulsar la tecla Supr, mientras que en Windows hay que recurrir a la combinación Ctrl-Alt-Supr o al botón Reset del equipo.
ResponderEliminarUn saludo.