Simplemente voy a contar un caso.
En la ciudad en la que vivo hay un hospital nuevo, llamado HULA (Hospital Universitario Lucus Augusti). Al poco de inaugurarse un familiar mío estuvo ingresado y pude ver, para mi gran placer, que los pacientes podían utilizar ordenadores que tenían instalados Fedora 13. Bien, un gran ahorro para las arcas públicas. Dí por supuesto que todo el sistema informático era de software libre. Gran error; los médicos utilizan en sus consultas Windows. Supongo que las aplicaciones que deben usar están adquiridas a la industria del hardware, y ya sabemos lo mal que se llevan los fabricantes de hardware y los nuevos sistemas operativos. Pero la última sorpresa fue ver como las máquinas donde pedimos cita -sí, una simple máquina a la que damos a un botón para que nos dé un papelito con un número- tienen instalado ¡Windows 7!
¿Qué cómo lo sé? Facilísimo. Estaba de ITV personal, por que a cierta edad ya nos obligan a pasar por la inspección como si fuéramos coches, y vi como agregaban una nueva y la configuraban. Así de sencillo. Multipliquemos ahora el número de máquinas que hay (muchas, en los quilómetros y quilómetros de pasillos de este hospital) por el precio de las licencias, y ya tenemos una idea de un dinero que sería fácil de ahorrar, por no decir más.
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