Hoy me ha dado por vaciar los muebles y cajones de material antiguo. Accidentalmente aun tenía cintas de audio (directas al contenedor), un montón de documentos antiguos guardados como si sirvieran para algo (a otro contenedor, menos los que están escritos por una sola cara, que los reciclo yo mismo), facturas de material informático que ya no están en garantía (un MONTÓN, algunas -muchas- del siglo pasado; todas destruidas), un saco entero de fajas IDE, cables Ethernet desde 50cm a 10m, cables USB de todo tipo, cajas de introducción frontal de discos duros, teclados, ratones (separados y almacenados correctamente identificados) y tarjetas gráficas e inalámbricas (idem). Además he almacenado un metro cúbico de cajas que no se pueden tirar, por que tienen los números de serie de los dispositivos. Entre las facturas aparecen también las de software (que época la del software comercial, tan caro). Lo mejor lo dejo para el final. Conservo (no lo he tirado) la factura de compra de Windows 95, junto con la tarjeta que me enviaron de USUARIO REGISTRADO (septiembre de 1995)
Como cambian los tiempos, las herramientas y la forma de pensar.
PD. ¿Por qué he borrado mi nombre? Está en el perfil, por si lo quiere saber alguien. Los números los borro por que seguramente son propiedad de Windows. Mi nombre lo borro para que no me restrieguen en el futuro esta tarjeta de usuario registrado de software privativo (como diría Richard Stallman)... y le he borrado los metadatos.
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