Como ya había indicado en alguna entrada, si usamos dispositivos USB baratos es necesario tener paciencia y no pedir demasiada velocidad a las unidades al copiar, y en ocasiones ni siquiera al leer. Sin embargo, a veces es necesario hacer algo rápido, y para ello es bueno tener dispositivos rápidos. En general uso unidades antiguas que cumplen su función; por ejemplo para llevar presentaciones uso un dispositivo SanDisk Cruzer Titanium de 4GB, que como su nombre indica tiene una carcasa de titanio que soporta presiones de 1000Kg; tiene bastantes años, pero funciona perfectamente, con una velocidad de lectura de 20MB/s y escritura 10MB/s, lo que nos recuerda lo ya dicho de la paciencia, aunque en sus tiempo no estaba mal. Por aquel entonces, cuando compre aquella unidad utilizaba como dispositivo USB rápido un Kingston DataTraveler ELITE, que copiaba a 29MB/s, que de aquella era increíble, pero tenía dos defectos, solo 1 GB y el precio desorbitado. Es aun hoy un lápiz muy rápido para ser USB 2, pero con 1GB dejé de usarlo rápidamente. De ahí me pasé a un Kingston DT R3.0 de 32 GB; lo uso aún hoy para instalar sistemas, por que es más rápido que el ELITE y me permite meter mucho material dentro. Cuando mi Dropbox empezó a ocupar un volumen grande, y para llevar una copia del trabajo diario en el bolsillo empece a utilizar unidades de 64GB, y tengo un Kingston HyperX 3.0 DataTraveler, que ha sido el fracaso más grande de todas los dispositivos USB que he tenido; teóricamente debería copiar a velocidades superiores a 100MB/s, pero nunca lo ha logrado, y consigo mejores resultados con el DT R3.0. Debido a ello y a que Dropbox sigue creciendo, lo sustituí por una tarjeta SD clase 10 de 128MB leída a través de un lector SanDisk Extreme PRO UHS-II. El lector es una maravilla, pero la tarjeta no funcionó tan rápido como era de esperar ni en formato exFAT ni en NTFS. Esto nos lleva al título de la entrada... finalmente he encontrado la unidad que buscaba, un SanDisk Extreme PRO USB 3.0 de 128GB. Me permite hacer un rsync de 80 GB en pocos minutos y funciona realmente bien. Teóricamente debería leer a 260MB/s y escribir a 240MB/s, pero en circunstancias reales la verdad siempre le aleja de estas cifras, así que bajo cronómetro he realizado estas pruebas:
1. Copiar 3 ficheros con 2,9 GB (las ISOs de Fedora) - 20,6s, a 144 MB/s hasta el desmontaje
2. 1 fichero multimedia de 18,2GB - 3m 15s, a 95 MB/s
3. 3991 ficheros de 14,9 GB en total (hojas de cálculo, documentos, fotos...) - 3m 23s, a 75 MB/s
De hecho la primera copia que hice con él se realizó a 214MB/s, pero ni lo desmonté ni cronometré el tiempo, así que no estoy seguro de la velocidad real de copia.
Es decir, ¡una maravilla!
Ah!, el que se quiera permitir un coste superior, SanDisk tiene una unidad Extreme PRO USB 3.1 que lee a 420MB/s y escribe a 380 MB/s. Ustedes mismos.
PD. A pesar de este largo viaje, aun me funcionan todos los dispositivos USB que he tenido, incluido el primero, un Kingston de 256MB de forma de torpedo. Realmente no se puede usar para nada, por qe cn ese tamaño no llega ni para actualizar las BIOS de los ordenadores.
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