Para leer esas tarjetas podemos hacer una lectura directa de la cámara, con los cable que suelen acompañar a esos dispositivos —no las he leído así jamás— o extraer la tarjeta de almacenamiento y leerla mediante diferentes tipos de lectores. En esta entrada mostraba diferentes modelos de lectores que he utilizado. La verdad es que son dispositivos que vienen para ser usados un número de veces, y luego fallan, incluso los de marcas conocidas y de garantía teórica —por ejemplo, Kingston, que me ha fallado alguno—. En estos momentos tengo un UGreen, hasta que falle. Sin embargo, hay otros dispositivos que podemos utilizar para leer las tarjetas, diseñados originalmente para las SD, por su tamaño más reducido frente a las CompactFlash y más corto que las MemoryStick, pero ahora también con las MicroSD; son las unidades USB con apertura para la tarjeta. El primero que tuve fue un modelo Kingston TravelLite SD Reader:
El objetivo que nos planteamos con este dispositivo fue probar el uso de las tarjetas SD como unidad de información protegida al usar una unidad USB en un ordenador no controlado. Las tarjetas SD disponen de una pestaña de bloqueo que impide la escritura en ellas, y permite una protección que un dispositivo USB no presenta. La inseguridad que teníamos como usuarios de ordenadores de acceso público quedaba hasta cierto punto cubierta así. Ese modelo en concreto estaba diseñado para tarjetas SD estándar, pero cuando aparecieron las SDHC probamos otro modelo de DataTraveler Reader,
que además de leer las tarjetas, llevaba interno 1 o 2GB de memoria flash interna. Sin embargo, ¿de que servía proteger la tarjeta si se te infectaba la unidad USB? Después de diferentes pruebas abandonamos el uso de estos dispositivos y preferimos el uso de un repositorio en la nube, Dropbox para ser exactos.
Actualmente disponemos de tarjetas flash SDXC y microSDXC de hasta 512GB. Personalmente tengo unidades de hasta 256GB, SDXC y hasta 128GB microSDXC, pero no las uso en las cámaras o en el teléfono, por varias razones. En mi cámara Lumix TZ100 llevo una SandiskPro clase 10 U3 para que garantice una grabación de videos 4K, pero solo de 64GB —y otra de reserva—, por que esa tarjeta permite aproximadamente grabar 1500 imágenes en la calidad más alta combinada raw2 + jpg. Sí, es cierto, ya no estamos en la época de los carretes, que suponía un coste por carrete de aproximadamente 25-30€ de aquel entonces por carrete, por lo que en ningún viaje he usado más de 4 carretes (140-150 fotos dependiendo de como cargara el carrete la cámara, en doble vuelta o directo). Ahora el coste es la cámara y la tarjeta y no hay revelado, ni impresión a papel y da igual el número que hagas, pero nunca en ningún viaje o salida he pasado de 1500 fotos, así que a partir de 64GB sobra espacio, sobre todo por que llevo dos. Entonces, ¿para que necesitamos unidades tan grandes? Las uso como unidades USB. Es más barato conseguir una unidad de 256GB en SDXC o microSDXC que en un dispositivo USB. Y además hoy disponemos de lectores de tarjetas muy baratos que son carcasas USB. Por ejemplo tengo varias unidades Sandisk para leer microSD,
que funcionan muy bien. Además, para mayor cobertura tengo un dispositivo Kingston que me permite incluir simultáneamente una tarjeta SD y una microSD,
con lo que con las tarjetas de las que dispongo puedo llevar en una unidad 384GB. El inconveniente de la unidad Kingston es que las tarjetas salen hacia afuera y se pueden soltar fácilmente. Respecto a la unidad Sandisk, al caer al suelo, se puede soltar la tarjeta microSD (me ha pasado). Pero ahora he encontrado una unidad que evita esos problemas, el MagiDeal 5GBPS USB 3.0 Mini Lector de Tarjetas Micro SD/SDXC. Es un dispositivo USB en el que la tarjeta microSD se introduce en la base de lectura de una unidad USB
¿Qué puede haber más cómodo? Y al mismo tiempo el coste es menor que las unidades flash con las mismas prestaciones. Como inconvenientes, tanto de la unidad SanDisk como de esta última, es que son muy fáciles de perder; aun no he perdido nunca una, pero siempre estamos a tiempo. Otro problema es la duración de las unidades microSD. Las tarjetas SD que he tenido funcionan aun hoy TODAS, pero las microSD, sobre todo las que usamos en el teléfono, hemos tirado más de media docena.
En resumen, en estos momentos podemos utilizar las unidades SD y microSD como unidades USB, con menor coste, sobre todo por que en general tenemos unidades que ya no usamos en el teléfono o cámara y podemos darle una segunda vida; de hecho tengo una cajita llena de tarjetas que he dejado de usar por ser de volumen pequeño o por otras razones que tengo la intención de usar con estos dispositivos lectores USB.
Por cierto, la caja es de carretes Agfa, así que es muy antigua, de mis primeros carretes, por que luego usé Kodak Ektachrome, de más calidad, y luego Fuji NPH, con un color natural y grano muy fino a pesar de ser ISO400, y así se podían sacar incluso interiores con poca luz.
Último consejo, recomiendo formatear las tarjetas con exFAT, ya que el formato NTFS me está dando bastantes problemas últimamente. Las tarjetas de cierto volumen (64 o más) ya vienen así de fábrica.
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